
El arte y la espiritualidad, una relación tan antigua como la humanidad.
Para encontrar los primeros ejemplos de relación entre el arte y la espiritualidad tenemos que remontarnos a tiempos tan remotos como la prehistoria, las pinturas rupestres plasmadas en las cavernas en Europa son una prueba de la estrecha relación entre estos dos conceptos tan humanos.
No podría decir si el arte surgió por la necesidad de plasmar la espiritualidad o las creencias de los primeros humanos o si la espiritualidad encontró en el arte un vehículo perfecto para expresarse pero la temporalidad del surgimiento de ambos está muy relacionada.

Par de neandertales realizando pinturas rupestres en una cueva | devarajart.es
Las primeras expresiones.
Podemos encontrar en Europa, en Altamira en España o Lascaux en Francia algunas de las primeras expresiones artísticas; se cree que estas representaciones de animales y humanos podrían estar ligadas a rituales chamánicos o rituales de caza cuyo objetivo era aumentar las probabilidades de éxito.
Las grandes religiones del mundo han encontrado en el arte el vehículo perfecto para expresar los conceptos, mitos y creencias a todos sus seguidores, le han puesto un rostro a sus deidades y una representación a lo sagrado.

Pintura de Jesucristo al estilo del renacimiento italiano arte sacro | devarajart.es
La búsqueda interior.
Es con el budismo y otras religiones más introspectivas dónde se da énfasis a la cualidad meditativa y absorbente del “acto” de pintar o esculpir; usar la acción como una forma de encontrar concentración y un escape del mundo exterior para voltear la vista hacía el interior, a la mente y las emociones.
Conclusiones.
La relación entre arte y espiritualidad continúa vigente en esta era digital, seguirá transformándose a pesar de los grandes cambios que la tecnología nos impone la antigua relación entre la mano, el pincel, la pintura y el lienzo continuará siendo un medio para expresar lo divino, lo metafísico y lo abstracto de nuestras mentes.